El
oso frontino, llamado también de espejuelos o de anteojos, es un
animal típico de la fauna andina. El nombre común que se ha dado se
debe a que su pelaje presenta unas rayas blancas alrededor de los
ojos.
Se
trata del único representante de los úrsidos que habita en
Sudamérica, y su tamaño, en comparación con los osos de otras
latitudes, es relativamente pequeño. No obstante, conviene tener muy
en cuenta que hemos dicho relativamente pequeño: mide entre 1,50 y
1,80m y pesa alrededor de los 140 kg; además su pelaje, lanudo, hace
que aparente un volumen mucho mayor. Los osos Frontinos se han hecho
bastante escasos y habitan en parajes que no suelen ser visitados por
los humanos, por lo que observados en libertad es problemático. De
ahí que sus costumbres sean poco conocidas. Se asegura que, al menos
en estado salvaje, siguen una dieta muy regular, compuesta de
hierbas, frutos y raíces nutritivas, y que, cuando salen en busca de
alimentos, trepan a los árboles para tomar frutos o para rasgar con
sus garras las cortezas tiernas.
Este
animal, cuyo pelaje es de color entre castaño y negro y que presenta
la peculiaridad dede sus anteojos, habita tanto en los bosques bajos
como en las montañas de la zona andina.
Pocos
Osos y En Peligro
Se
estima que hay entre 300 y 2.000 de estos osos en Venezuela. La
destrucción y la fragmentación de su hábitat, debido al
crecimiento agrícola, es la causa principal de su declinación. La
cacería deportiva y las leyendas que existen en torno a la especie
están contribuyendo también a su extinción. Se ha descubierto que
las poblaciones que sobreviven son fragmentarias y restrictas a
reductos boscosos que han quedado aislados.
Isaac
Goldstein, miembro venezolano del Grupo de Especialistas en Osos de
la UICN, asegura que la situación del oso andino es preocupante,
puesto que “como resultado de la reducción y fragmentación de los
remanentes silvestres por la expansión de las actividades humanas y
el cambio del uso de la tierra en la región de los Andes, sobre todo
en los valles interandinos, las poblaciones de oso andino se
encuentran distribuidas en parches de hábitat aislados, muchos de
los cuales no tienen un tamaño adecuado como para mantener
poblaciones viables de oso andino a largo plazo”.
Recientes
investigaciones basadas en modelos de área ocupacional y muestras
genéticas, estiman que existen alrededor de 300 a dos mil osos en
Venezuela; de tres mil a siete mil en Colombia; dos mil en Ecuador y
alrededor de 400 en Argentina.
Para el año 1992 la
cantidad total de hábitat para el oso disponible en Venezuela se
estimó en 21.400 Km2. Su estatus puede considerarse entre
“Vulnerable” y “En Peligro”, según los criterios de la
Comisión de Supervivencia de Especies (CSE) de la Unión
Mundial para la Naturaleza (IUCN). El gobierno lo cataloga como
especie “En Peligro”, según Decreto Nº 1486 de fecha 11/09/96
firmado por el Ministerio del Ambiente. Esta misma dependencia
promueve la protección de la especie mediante su inclusión en el
Decreto de Veda indefinida (Nº 1485 de fecha 11/09/96), el cual
prohíbe su cacería en todo el territorio nacional. Así mismo, el
Libro Rojo de la
Fauna Venezolana (2008) cataloga al oso frontino como “En
Peligro”.
Se ha estimado un
promedio de 2,47 osos cazados por año en los últimos 80 años,
solamente en el tramo Central de la cordillera, donde probablemente
no existan más de unos pocos centenares de individuos.
El hábitat del oso
frontino está confinado a los espacios naturales que han escapado a
la actividad agropecuaria humana. Una amenaza a corto plazo más
concreta que la pérdida directa de hábitat lo constituye la
fragmentación y consecuente aislamiento de sectores boscosos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario